Los demonios que guarde,
se abren por segundos,
ay, dulce placer...
cuando la excusa era perfecta.
Los dulces demonios de mi ser,
han vuelto aparecer,
y soy yo la que se esconde
la que se engaña tras esta pared.
La luna que brillaba ha vuelto a oscurecer,
son las almas del pasado
que vuelven a florecer.
Un camino o un abismo
me separan otra vez.
Abre la puerta al demonio, suave y dulce miel,
cierras y enfrentas senderos
con toda tu piel,
arriesgas sentir el odio, lo arriesgas otra vez,
arriesgas el placer
por olvido, tal vez..
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