viernes, 10 de enero de 2014

En la mañana clara se divisan ciudades que ni siquiera se hallaban en un mapa. Secretas hechas de multitud de vidas donde cada uno aporta un trozo de armonía. No puedes verlas en cualquier mañana, no puedes verlas si no fijas tu mirada. El alrededor a veces empaña lo grande que es. Hay rincones donde aguardan los besos, hay miradas que se pierden en un despiste, hay saludos que albergan sentimientos. Hay una luz que a veces irradia en los cuerpos. En las mañanas claras aprendelo bien, podrás ver, podrás creer que siguen existiendo secretos lugares donde aún puedes sentirte feliz.

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