domingo, 29 de septiembre de 2013

No consigo alcanzar el momento en el que el sistema acelere sin frenar al tiempo. Gotas de lluvia caen sobre las cortinas del silencio y la oscura habitación sigue sin dar señales de vida. Amanece después del mediodía para dormirtar al tiempo, no frena, no acelera. Ruidos que se estrellan en las paredes sordas que no consiguen arrancar, hay fuerza pero hay condena. Hay presos que aceptaron esto, lugubres celdas sin vida, sin halo de esperanza, hay presos que se convencieron de que la vida aportaba menos. Los que no nos rendimos y seguimos luchando, estamos locos. Viviendo tras el sueño, escondidos en nuestros agujeros negros donde las pequeñas estrellas solo están en nuestras cabezas. Acelerando el sistema, apagando la luz y frenando el tiempo.
Iluminados en lo oscuro, como cerillas que se apagan, van cayendo uno a uno entorpeciendo al sistema. Aceptando lo que ves, ignorando lo que sientes. Estúpidos locos que siguen corriendo en una habitación oscura de apenas dos metros.
Hay un mundo de 4 metros, quizás de seis en siguiente ascenso. Hay un mundo del que nos hablaron y que aún no conocemos, estúpidos locos que no aceptamos que la vida aveces cuesta un infierno.
Mente inmóvil desean mis pensamientos, mente inmóvil que acelere este tiempo.
El sistema se crece mientras apagamos sueños, luz que parpadea al lado del humano.
Poco hemos crecido en este anillo, poco hemos crecido para tan grandes zapatos...

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