lunes, 26 de septiembre de 2011

La Maceta


Llena de estiércol y arena, llena de malas hierbas,
Llena del recuerdo de las azucenas muertas,
Torpe y arida con amapolas de temporada,
Distraida con aquellos gladiolos que no duran nada,
Asfixiada por semillas que no crecen ,o se mueren de hastio,
Relajada por haberse librado de aquellas rastreras,
 que llenaban su espacio hasta quitarle su sitio
Como cual maceta se vuelve a sentir,
Barbecho ha decidido seguir,
Fortaleciendo su tierra para algún día compartir.
Arando su espacio, macerando su tierra, limpiando los rastros,
La pipa del vecino del quinto se ha posado en su acolchada alfombra
Y mientras divaga en su diván, la riega con cuidado,
Le busca el sitio perfecto y el angulo más abierto,
Para que cacte el sol, sin que se derrita su anhelo,
La impaciencia la consume, no sabe sí cactus o hermosa rosa,
No sabe si mucha agua o poca
Y se sienta a observar ,
como su semilla se acomoda entre la tierra de esta primavera
no sabe si quizas será fruta fresca
o bonsái de hoja eterna,
llena de estiércol se sintio,
para hacerle hueco a esta flor,
por malas hierbas paso,
para entender que tierra y semilla son dos
que las raices se agarran para fortalecer esta unión
llena de estiércol no se quedó,
transformando lo sucio en algo mas que amor.
Hoy la espera no desespera,
porque nota en su tierra,
 que crece la semilla hambrienta.

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