jueves, 20 de octubre de 2011

Viento y mar se unen para dar claridad a lo que no ven mis ojos, seduciendo con contornos suaves la realidad, dos veces mas quizas no sean suficientes para dar por zanjado lo que más he anhelado. Rayos que penetran en la oscuridad de mi piel, erizan sentimientos, enredan pensamientos y la balanza se inclina hacia mi lado. Un pie que no quiere posarse en este suelo. Una mano que se tiende para alzarse cuando te has caído. Un secreto que se envuelve entre mis labios, un dilema que se esta encerrando. Un grito al aire y un suspiro que no quiere quedarse dormido. Despacio el tic-tac sigue sonando equilibrando dos mundos distantes, arrullando el calor que no es imaginado. Como raíz se agarra a mi cuerpo, con fuerza, para seguir caminando. Buscando el sitio para no ser pisado, abrillantando los reflejos y alejando el pasado. Sopla y lo extraño se habrá derribado. Muda ante este espacio de días armados de uñas y dientes para ser devorados. Viento y mar vuelven para darme la calma para devolverme el pacto que habíamos sellado. Viento que me empujas, mar incansable son los testigos de los pasos sencillos, los pasos tranquilos que tejen mis sueños. El dulce vaiven se ha quedado para mecer estas dudas y poder componer la suave canción.

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